Fuet de gustos
Si has llegado hasta aquí es porque estás buscando un buen fuet. Y cuando decimos “bueno”, no hablamos de uno cualquiera. Hablamos del que se corta en rodajas finas y desaparece antes de llegar a la mesa. Del que tiene ese equilibrio perfecto entre carne magra y grasa. Del que huele a bodega, a tradición, a pueblo. En resumen: el fuet catalán de verdad.
En La Casa dels Fuets llevamos toda una vida elaborando fuet de Vic, como se ha hecho siempre en esta tierra. Sin conservantes raros. Sin prisas. Con ingredientes honestos, tiempo y mucho mimo. No trabajamos con producción industrial. Aquí cada pieza se embucha a mano, se cura de forma natural y pasa por un control artesanal que garantiza algo muy simple: que cuando lo pruebes, repitas.
¿Qué hace único a nuestro fuet?
Cuando alguien nos pregunta por qué nuestro fuet catalán es diferente, no hablamos solo de ingredientes o de técnicas. Hablamos de una manera de entender el producto. De una filosofía que respeta los tiempos, que pone en valor lo artesanal, y que busca ofrecerte algo más que un embutido: una experiencia de sabor auténtica, sin artificios.
1. Materia prima de primera, sin concesiones
Todo empieza en el origen. Usamos exclusivamente carne de cerdo de proximidad, seleccionada cuidadosamente por su calidad y frescura. No hay secretos: carne magra, panceta y sal, combinadas en la proporción justa para conseguir un sabor equilibrado y una textura que no se rompe ni resulta seca.
Aquí no usamos harinas, féculas ni aditivos industriales. El fuet, si es bueno, no necesita disfraz. Solo ingredientes naturales y bien tratados.
2. Curación lenta, como se ha hecho siempre en Vic
Una de las grandes diferencias entre un fuet cualquiera y un fuet de Vic auténtico está en su curación. Mientras otros aceleran procesos para sacar más producción, nosotros preferimos esperar. Cada pieza se deja curar de forma natural entre 15 y 30 días, en un entorno controlado que imita las condiciones de las bodegas tradicionales de nuestra comarca.
¿El resultado? Un fuet con el punto justo de sequedad por fuera, pero tierno por dentro. Que no se cuartea ni se endurece, que conserva toda su jugosidad sin perder firmeza. Y sobre todo, que concentra un sabor profundo, redondo y persistente.
3. Sabor auténtico, sin disfraces
Al primer corte, lo notas. El aroma te recuerda a la despensa de casa de los abuelos. El sabor, suave pero intenso, no necesita florituras. Un punto de pimienta, un toque de fermentación natural, y esa combinación de grasa infiltrada y carne curada que se funde en la boca sin empalagar.
No hay ningún saborizante artificial, ni potenciadores de sabor. Porque lo natural no necesita que le pongas maquillaje. Y porque nuestros clientes lo saben: el buen fuet se reconoce sin mirar la etiqueta.
4. Elaboración artesanal, pieza a pieza
Cada fuet que vendemos ha sido embutido a mano. No hay cadenas automatizadas. Usamos tripa natural, lo que le da al producto su forma irregular, su textura característica y su capacidad de curarse de forma uniforme. Cada pieza es inspeccionada visualmente una a una, y solo se envasa cuando ha alcanzado su punto óptimo.
Y sí, eso significa más trabajo. Pero también significa más control, más cuidado y más sabor.
5. Un fuet con historia
Nuestro fuet de Vic no es solo el reflejo de una tradición centenaria. Es también nuestra forma de mirar hacia adelante: reivindicar lo auténtico frente a lo industrial, lo local frente a lo global, lo artesanal frente a lo producido en masa.
Creemos que ese es el camino para seguir ofreciendo un producto que emocione. Que recuerde a lo de antes, pero que se disfrute ahora. Que se comparta, que se regale, que se descubra.
¿Quieres algo más que el fuet clásico? Descubre nuestra gama de fuets de sabores
Sabemos que hay paladares que buscan algo más. Que disfrutan de lo tradicional, sí, pero también se atreven con nuevas combinaciones, nuevos matices, nuevas formas de disfrutar de un producto tan nuestro como el fuet catalán.
Por eso, en La Casa dels Fuets hemos creado una colección única de fuets de sabores, pensada para sorprender desde el primer corte hasta el último bocado.
Hablamos de sabores reales. De ingredientes naturales que se integran con respeto en la receta clásica del fuet de Vic, sin alterar su esencia, pero aportando una experiencia distinta. No usamos aromas artificiales ni aditivos que “imiten” un sabor. Aquí, si decimos que un fuet es de queso azul, es porque lleva queso azul de verdad. Así de simple.
Fuets con queso: la fusión perfecta entre cremosidad y tradición
- Fuet de queso azul: un contraste potente, salado, con personalidad. Ideal para quienes disfrutan de sabores intensos y persistentes.
- Fuet de queso manchego: un clásico reinventado. El sabor del manchego se funde con la carne curada para dar un fuet elegante y redondo.
- Fuet de queso de cabra: más suave, con un punto ácido que lo hace perfecto para combinar con vino blanco o cerveza artesanal.
Estos fuets son especialmente apreciados por los que disfrutan de un buen maridaje. Solo, con pan, o en una tabla de quesos… siempre brillan.
Fuets especiados: un viaje por los aromas más gourmet
- Fuet de pimienta blanca: suave, con ese toque especiado que no pica, pero que deja huella.
- Fuet de pimienta negra: más clásico, con carácter. Para los que prefieren un sabor marcado sin perder elegancia.
- Fuet de finas hierbas: fresco, aromático, con notas mediterráneas que combinan de maravilla con una copa de vino tinto.
- Fuet de curry: exótico, ligeramente dulce y especiado, pensado para quienes se atreven con todo y quieren un fuet diferente.
Perfectos para cortar en rodajas finas y servir en aperitivos. Cada uno ofrece un matiz distinto, pero todos mantienen la textura firme y el corazón tierno del fuet de Vic tradicional.
Fuets intensos: sabor directo, sin filtros
- Fuet de barbacoa: dulce, ahumado, con ese sabor que recuerda a las brasas y a las comidas al aire libre. Un fuet ideal para acompañar cervezas tostadas o para un picoteo informal.
- Fuet de tomate seco: jugoso, con un punto ácido que despierta el paladar. Un fuet diferente, fresco y veraniego.
- Fuet de cayena: picante, pero equilibrado. No quema, pero sí calienta. Para los amantes del sabor fuerte con final persistente.
Son ideales para cenas informales, tablas combinadas o como protagonistas de una tapa creativa. Si te gusta experimentar, este grupo es para ti.
¿Te cuesta decidir entre nuestra variedad de fuets?
Sabemos que con tanta variedad, es difícil quedarse con uno. Por eso hemos preparado packs de fuets de sabores para que puedas probar distintas combinaciones sin tener que hacer malabares.
Son perfectos para regalar, para compartir en una reunión, o simplemente para tener en casa una selección lista para cada ocasión.
Y si tienes dudas, contacta con La Casa dels Fuets. Te atendemos como en nuestras tiendas físicas: de tú a tú, con recomendaciones honestas, y ayudándote a elegir el fuet que realmente encaja contigo.